sábado, 28 de agosto de 2010

Regreso al futuro III

(Back to the Future Part III)
USA, 1990. 118m. C.
D.: Robert Zemeckis P.: Neil Canton & Bob Gale G.: Bob Gale, basado en una idea de Robert Zemeckis & Bob Gale, basado en los personajes creados por Robert Zemeckis & Bob Gale I.: Michael J. Fox, Christopher Lloyd, Mary Steenburgen, Thomas F. Wilson F.: 1.85:1

Aunque se ha generalizado de manera preocupante en los últimos años con sagas como Matrix o Piratas del Caribe, la realización de dos entregas seguidas para, posteriormente, estrenarse por separado, no es un invento reciente y ya Robert Zemeckis lo puso en práctica con la segunda y tercera parte de Regreso al futuro. El resultado, como suele ser habitual en este tipo de prácticas, tuvo su pros y sus contras. Por una parte, aporta un lazo de unión entre ambas películas, dando lugar a una relación más natural, más lógica, entre ellas. Esto resulta especialmente destacable en una saga que ha tenido el "To be continued" como marca de presentación. Pero también se resiente de una historia pensada "a la larga", haciendo que muchas de las ideas de Regreso al futuro II sólo tengan sentido una vez visionada la siguiente parte, quedando descontextualizadas en solitario (como el accidente que arruina la vida del Marty adulto y que no se nos explicará hasta mucho después; la mima presencia de un personaje nuevo, Needles; o el guiño a Por un puñado de dólares, que el Biff del presente alternativo está viendo y que tiene su respuesta en el lejano oeste que visitan Marty y Doc).

Hacia el final de Regreso al futuro III el espectador tiene la gratificante impresión de asistir al cierre definitivo de una larga aventura. A pesar de que, en puridad de conceptos, toda la acción de las tres películas transcurren en sólo 48 horas, los contínuos saltos temporales nos han permitido conocer el pasado, el presente y el futuro de los protagonistas, otorgándoles una familiaridad con el espectador quien, de un plumazo, ha conocido todo el árbol genealógico de estos, asistiendo a sus alegrías y penas, aciertos y equivocaciones. En definitiva, Regreso al futuro III confirma a sus criaturas como miembros preferentes en el imaginario colectivo popular.

La elección del salvaje oeste como último viaje temporal de Marty y Doc no sólamente responde a ese gran homenaje genérico que constituye toda la franquicia apadrinada por Steven Spielberg (y que se inspira en sus modelos más populares: si la ciencia-ficción se reflejaba en la literatura pulp, aquí se apunta directamente al spaghetti western), sino que supone un acercamiento a los orígenes tanto de los personajes como del motor que mueve a la propia saga: la imagen de Marty y Doc fotografiándose junto al reloj de la aún no construída torre del ayuntamiento justifica por sí sola toda la película. El acercamiento de los protagonistas a sus antepasados más lejanos ayuda a humanizar a unos personajes que en la anterior entrega habían rozado la caricatura (la posibilidad que el siempre racional doctor Emmett Brown se enamore es un buen ejemplo) y que aquí, por primera vez, tienen que evitar su propia (y anunciada) muerte, convirtiéndose ellos mismos en paradojas de su propio destino.

Si Regreso al futuro II se alejaba de la linealidad de la primera parte, Regreso al futuro III recupera la misma estructura del primer viaje de Marty McFly, convirtiéndose casi en un remake de aquella, con los protagonistas metidos de lleno de nuevo en una contrarreloj sin margen de error. Una decisión coherente con la idea de bucle temporal que Zemeckis y Gale han desarrollado a lo largo de las tres entregas, con los personaje repitiendo las mismas acciones una y otra vez. Así, a lo largo del metraje de Regreso al futuro III vuelve a hacer acto de presencia los momentos icónicos de la serie: Marty siendo perseguido por Biff y sus esbirros tras su encuentro en la cafetería/bar/saloon (aquí, Buford "Mad Dog" Tannen y su grupo de bandidos); Marty despertando en lo que cree es su habitación y su tiempo correcto para descubrir que no es así; la maqueta que crea Doc para escenificar su plan. Y, por supuesto, el gran final, aquí relacionado con un tren y el DeLorean y que supone uno de los momentos más espectaculares de la saga en su conjunto. Posiblemente, el canto del cisne del Zemeckis más lúdico y visionario (con permiso de la simpática La muerte os sienta tan bien), capaz de poner en pie una trilogía tan profunda como irresistiblemente divertida.

3 comentarios:

Txema SG dijo...

de esta solo me acuerdo textualmente del nombre de los hijos de doc "julio y verne" XD

En mi opinión un cierre más que digno para una fantástica trilogía.

el cautivo dijo...

Pues para mí recuerdo que fue chocante ver el trailer de la tercera película antes de entrar a ver la segunda.
Regreso al Futuro III deja de lado la estructura rocambolesca de la segunda parte y vuelve a ser más lineal, recordando más a la primera. Es como todas extremadamente divertida, y eso es lo mejor que se puede decir de esta trilogía. Y valoro además que siguiendo el mismo esquema en las tres películas hayan encontrado tres climax tan diferentes para el desenlace.
Sí que es cierto que la película y los diálogos pecan ya un poquito de gastados y bien hicieron en poner punto y final antes que la franquicia acabase siendo una caricatura repetitiva de sí misma.

José M. García dijo...

YOTA:
Pues esta vez aporto yo una:

"En todos los sitios se sabrá que Clint Eastwood es el mayor gallina de todo el oeste".

EL CAUTIVO:
En IMDB aparece entre los proyectos futuros de Zemeckis un "Untitled Back to the Future Project". Veremos que sale de todo esto.

Ya lo comentaba con Fer, compañero en el repaso de la trilogía, que lo mejor era como siempre se las arreglaban para jugárselo todo en el último minuto y siempre funcionaba.