lunes, 6 de diciembre de 2010

The Life and Death of a Porno Gang

(Zivot i smrt porno bande)
Serbia, 2009. 90m. C.
D.: Mladen Djordjevic P.: Srdan Golubovic & Jelena Mitrovic G.: Mladen Djordjevic I.: Mihajlo Jovanovic, Ana Acimovic, Predrag Damnjanovic, Radivoj Knezevic F.: 1.85:1

¿Cual es el motivo por el cual A Serbian Film, que sólo se ha podido ver de manera oficial en nuestro país en su pase en el festival de Sitges de este mismo año, es un título que no sólo conocen los aficionados al cine de terror que estén informados acerca de las producciones más recientes sino que ha trascendido a otros ámbitos menos afines al género y, en cambio, The Life and Death of a Porno Gang, una película de la misma nacionalidad, vista en el mismo certamen y que, además, puede considerarse un complemento en cuanto toca las mismas inquietudes de A Serbian Film, posiblemente sólo la conozcan unos pocos? La respuesta está clara: una vez más, queda tristemente patente que el acto de la censura, además de un repugnante intento de una serie de instituciones, personas u organismos de coartar la libertad individual de los espectadores dictando lo que pueden o no ver, autoerigiéndose en guardianes de nuestra moral, además, decíamos, se descubre como un inútil intento de combatir el fuego con el fuego, consiguiendo, en definitiva, dar más publicidad a aquello que, precisamente, se quería ocultar.

El metraje de The Life and Death of a Porno Gang está compuesto de una serie de imágenes límite en un intento de desintegrar los tabúes del cine comercial con ánimo de provocar, noquear al espectador, ya sea a través de la escenificación de brutales escenas de violencia o de gráficas secuencias sexuales de lo más variado (desde la utilización de insertos pornográficos tanto heterosexuales como homosexuales hasta interludios zoofílicos igualmente explícitos). La principal diferencia con A Serbian Film consiste en que mientras que el film de Srdjan Spasojevic utiliza un acercamiento esteticista y de calculado formalismo a su catálogo de excesos, Mladen Djordjevic elige la opción contraria: utilizar los modos y maneras del cine documental más directo, con una planificación descuidada con la cámara en contínuo movimiento y luciendo la fotografía propia de las grabaciones de baja definición. A pesar de esto, no se puede considerar The Life and Death of a Porno Gang un mockumentary (es decir, un falso documental) como se ha dicho, pues, a pesar de que en ocasiones los actores se dirigen directamente a cámara, en general la película no oculta su condición de ficción.

Lo más interesante de The Life and Death of a Porno Gang consiste en la manera con la cual relaciona el cine de terror, el porno y las snuff movies (asesinatos reales grabados para su comercialización subterránea), como si se tratara de una escala que parte de la representación de la crueldad, pasa por el realismo más naturalista para finalizar en una oscura habitación donde el horror y la realidad se unen. Pero también refleja la dificultad de levantar una industria cinematográfica europea centrada en el género fantástico, un género aún hoy repudiado por las altas instituciones, obligando a su protagonista, Marko, un joven licenciado en cinematografía, a tener que subsistir como director de películas pornográficas, un género supuestamente más libre que, en cambio, mostrará sus límites ante las artísticas pretensiones de Marko.

Cuando Marko y su grupo se echen a la carretera convertidos en una compañía teatral itinerante especializada en montar performances pornográficas, teniendo como objetivo principal las zonas rurales de Serbia, The Life and Death of a Porno Gang parece querer actualizar el espíritu hedonista y de amor libre de los 60 con los miembros del grupo como hippies del S.XXI quienes retan las creencias más conservadoras y reaccionarias de su país (con orgías en medio del bosque, escenas alucinatorias producidas por el consumo de setas o la furgoneta llena de pinturas con la que se desplazan). Durante su primera mitad, Mladen Djordjevic construye su película como un cruce entre Pink Flamingos (en su intento de provocar a través de la sordidez y las parafilias mas retorcidas) y The Rocky Horror Picture Show (referente en clave hardcore de los espectáculos teatrales), cuyos carteles, no por casualidad, adornan las paredes de la casa del protagonista.

El sustrato alegórico de The Life and Death of a Porno Gang se coloca en primer plano en el momento en el que Marko y su equipo empiezan a realizar snuff movies, siendo cada asesinato un repaso a los conflictos sociológicos y políticos de Serbia, mostrando la cara más degradada de un país marcado por los conflictos bélicos, con los protagonistas registrando con sus cámara a una población civil desencantada y hundida, sin futuro, a la vez que ellos mismos acaban contaminándose de esa misma degradación física y moral, integrándose en un círculo mortal del que no podrán salir indemnes. The Life and Death of a Porno Gang acaba tomándose a sí misma demasiado en serio, perdiendo el espíritu lúdico de la primera parte, abandonando la sátira para abrazar la tragedia en un final que parece querer ratificar la imposibilidad de desarrollar un cine sin límites: a pesar de sus inflamables elementos iniciales, The Life and Death of a Porno Gang acaba allanando los terrenos de los convencional.

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